Friday, September 28, 2012

Due diligence en China: no es opcional.


Un tema recurrente en relación a los aspectos que involucra el hacer negocios en o con China es la especial necesidad de realizar un due diligence (revisión) acucioso, tanto comercial como legal, de la contraparte. Basadas en sus experiencias en países occidentales, muchas empresas que hacen negocios con China tienden a creer que un proceso de due diligence sólo se justifica cuando se va a realizar una inversión, y no cuando se pretende realizar otro tipo de transacciones más simples, tales como la compra de productos a un proveedor chino. Desconocen que cuando se trata de China el proceso de due diligence es necesario cualquiera que sean los negocios que se realicen.

Desde luego que para algunos tipos de transacciones la revisión será más extensa que en otros. Por ejemplo, al evaluar una posible inversión en una empresa china, será necesario revisar una gran cantidad de antecedentes legales y contables, para luego comprobar su autenticidad, así como visitar en repetidas ocasiones la empresa de que se trata para tener la experiencia in situ de cómo funciona.

Sin embargo, es en transacciones más simples, tales como compras de un producto, en donde las empresas occidentales suelen pecar de ingenuas con catastróficas consecuencias. La ocurrencia de fraudes perpetrados por proveedores chinos a través de empresas que no existen, representantes falsos, documentos falsos, o simplemente incumplimientos de contratos, es muchísimo más frecuente que en países occidentales. Es por ello que antes de realizar cualquier transacción con una empresa china, y especialmente antes de realizarle pagos, se debe confirmar que la empresa realmente existe y que se está tratando con un representante real de dicha empresa y no con un impostor, entre otras cosas. Para ello será necesario realizar diversas diligencias y revisar variados documentos cuya autenticidad deberá confirmarse con las autoridades chinas correspondientes.

Resulta particularmente interesante, dado que se trata de una característica legal típicamente china, lo que ocurre con los sellos en los contratos. A diferencia de lo que ocurre en otros países en que la firma de un representante de la empresa hace que un contrato sea válido y vinculante para la misma, en China mucho más importante que la firma es el sello de la compañía. Sin el sello, la empresa puede generalmente desconocer la obligatoriedad del contrato.

La historia continúa. Para comprobar que el contrato es vinculante no basta con que se encuentre firmado y con un sello que indique el nombre de la compañía china. En primer lugar, será necesario comprobar que el sello es auténtico. Es posible realizar un primer análisis a simple vista que permite en la mayoría de los casos identificar un sello falso o no válido. Para ello debemos observar: ¿es el sello redondo o de otra forma? ¿es rojo o de otro color? ¿es completamente legible o no? ¿el nombre de la compañía está escrito en chino o en inglés? Si el sello no es redondo, o si es azul o de otro color, o si no es completamente legible, o si no indica en nombre de la compañía en chino, significa que tal sello es, casi invariablemente, falso o no vinculante para la empresa.

El análisis anterior puede servir para descartar un sello como no válido, pero no es de ninguna forma completamente eficiente para confirmar la autenticidad y validez del sello. Para confirmar lo anterior, será necesario viajar a la ciudad donde se encuentra localizada la compañía; una vez allí, habrá que acudir a la oficina de gobierno local para ver si el sello está registrado. En un gran número de casos los sellos de las empresas chinas se encuentran registrados con la policía local o con la oficina gubernamental local (State Administration for Industry and Commerce - SAIC), lo que hace relativamente fácil comprobar su autenticidad. No obstante, dicho registro no es obligatorio, y en caso que el sello no esté registrado será necesario revisar otros documentos que hayan sido presentados por la misma empresa a otras autoridades locales. Si fue usado el mismo sello, entonces es auténtico.

Pero incluso esto no es suficiente. Aunque el sello sea auténtico, aún es necesario determinar si está siendo usado de forma correcta. Lo contrario podría deberse a dos situaciones: la primera, un impostor está utilizando un sello de la empresa falso; la segunda, alguien dentro de la compañía está utilizando el sello no estando autorizado para ello. La única forma de confirmar lo anterior es visitar las oficinas centrales de la compañía y preguntar si la persona que aparece firmando es en realidad empleado de la compañía, y luego confirmar si dicha persona está autorizada para realizar este negocio en particular.

Una respuesta afirmativa a estas dos preguntas es la única forma de asegurar que el sello estampado en el contrato es auténtico y que el contrato efectivamente obligará a la compañía. Estas gestiones deben ser realizadas con la ayuda de un abogado licenciado chino, dado que las autoridades chinas rara vez muestran sus archivos a personas que no sean abogados, y ciertamente no los mostrarán a un extranjero.

Aunque este procedimiento parezca engorroso e implique un costo muchas veces considerable, es una práctica común en los negocios entre empresas chinas. El trabajo de mucho de los abogados jóvenes en estudios de abogados chinos consiste precisamente en hacer este tipo de investigaciones para sus clientes chinos, quienes por regla general nunca suscribirán un contrato o acuerdo importante sin antes realizar un due diligence e investigación acuciosa de su contraparte.

El estar en conocimiento de esta situación es vital para las empresa que realicen negocios en China, puesto que ayudará a reducir de forma muy considerable la posibilidad de ser víctimas de variadas y recurrentes formas de fraude, las cuales cada año reaparecen con nuevas e ingeniosas variantes destinadas a alivianar los bolsillos de las ingenuas empresas occidentales.


Juan Xavier Barriga
Attorney at Law and Counselor
清华大学 法律硕士

Barriga & Cia Abogados
www.barrigacia.cl